Nutrición Infantil: Cómo tener un ambiente de paz a la hora de la comida. Por Michelle Aziz
Georgie Boy
¿Te ha pasado que **la hora de comer en familia** se vuelve una guerra de poder entre tu y tu hijo?
Es muy común que la hora **de comer** sea un lugar de pleitos y de frustraciones, tanto de parte
de los padres como de los hijos. Nosotros como adultos queremos propiciar que exista un buen
ambiente en la mesa y que nuestros hijos aprendan hábitos saludables en su alimentación.
¿A qué se debe esto?
Las comidas en familia tienden a ser un momento en donde se acumula mucho estrés tanto de
los padres como de los hijos. Nosotros estamos cansados y nos preocupa que nuestros hijos no
se alimenten bien. Y ellos pueden estar incómodos en su asiento, sentirse desconectados de
nosotros o no querer comer lo que les ofrecemos. La mezcla de estas dos situaciones hacen que
nos enojemos y lleguemos a pelearnos con ellos o que ellos hagan berrinches y nos hagan
perder la paciencia. Depende de nosotros los adultos si la hora de la comida se vuelve un
momento de paz y armonía o de gritos y sombrerazos.
¿Cuál es la mejor manera de que los niños coman comida saludable?
Primero que nada tenemos que entender que nuestros hijos tienen una intuición sobre su
propia alimentación, tienen la capacidad de reconocer el hambre y la saciedad. Es algo innato
con lo que nacen y depende de nosotros no bloquearles esa intuición.
Por supuesto que nos preocupa que nuestros hijos no coman saludablemente, no les gusten las
frutas y verduras o solo quieran comida chatarra o postres. Como todos sabemos, la
alimentación saludable es indispensable para su desarrollo y crecimiento.
Como cuidadores, es nuestra responsabilidad darles comida de calidad y es responsabilidad de
nuestros hijos decidir la cantidad que comen. Esto muchas veces puede preocuparnos, ya que
podemos creer que nuestro hijo no está comiendo lo suficiente (o lo que nos gustaría a
nosotros que comiera). Lo ideal es tú decidir la calidad de los alimentos y él decidir la cantidad
que se come. Esto es muy importante, ya que si nosotros obligamos a nuestros hijos a comer
más de lo que quieren, les estamos enseñando a no respetar sus señales de saciedad ni a
hacerle caso a su cuerpo. Y esto puede tener repercusiones a largo plazo, ya que empiezan a
bloquear señales de su cuerpo.
Tenemos la falsa creencia de que todos los días tenemos la misma cantidad de hambre y los
mismos antojos, y esto es completamente erróneo. Ponte en su lugar, muchas veces tú como
adulto tampoco tienes ganas de comer mucho, no tienes tanta hambre o tienes ganas de comer
algo diferente a lo que hay a la hora de la comida.
**¿Qué puedo hacer para prevenir las guerras de poder en la mesa?**
Es muy común que entremos en guerra de poder con nuestros hijos en la mesa. Como lo
comenté anteriormente, es un espacio que puede prestarse a sentir estrés de ambos lados. Las
guerras de poder nunca son buena idea, ya que afectan la relación entre ustedes y llevan a
gritos, amenazas o castigos. Nuestro objetivo es que los horarios de alimentación se lleven a
cabo de una manera armoniosa y tranquila.
Uno de los mejores tips que les puedo dar es siempre conectar y rellenar su batería emocional
antes de sentarse en la mesa. ¿A qué me refiero con esto? Todos los seres humanos tenemos
dentro de nosotros una batería emocional, cuando somos niños es rellenada por nuestros
padres. Cuando tenemos la batería rellena, nos sentimos tranquilos, comemos bien, dormimos
toda la noche, jugamos, exploramos y aprendemos. Al contrario, cuando ésta está vacía,
tendemos a estar estresados, hacer berrinches, enojarnos con los demás, no querer comer, no
poder dormir, entre otros. Ya que los padres son los que rellenan la batería de sus hijos sugiero
que antes de empezar la rutina a la hora de la comida incluyan en esa misma rutina un
momento de relleno de batería.
**¿Cómo puedo rellenarle la batería a mis hijos?**
Hay millones de maneras, yo te recomiendo ver cual te funciona a ti, con cuál te sientes cómoda
y cuál es más eficiente con tu hijo. Les dejo algunas ideas, no importa cual utilices, solamente
hazlo con la intención de conectar emocionalmente con él.
∙Poner una canción y bailar juntos antes de sentarse
∙Hacer carreritas a la mesa
∙Jugar “veo veo” con lo que hay en la mesa
∙Ponerte a su altura y viéndolo a los ojos adivinar qué hay de comer
∙Darse un abrazo de oso toda la familia junta
∙Caminar a la mesa de la mano
∙Decir una cosa bonita de tu hijo
Cuando los niños se sienten conectados con sus padres van a sentirse tranquilos, van a querer
cooperar y se van a sentir seguros con ellos.
Fomentando buenos hábitos de alimentación:
Los hábitos alimenticios son aprendidos por los padres, los niños nacen y aprenden de todas sus
experiencias, entre ellas de la alimentación. Mamá es la primera fuente de alimentación para
los niños y tiene un componente emocional muy importante. Por nuestra crianza, nos
enseñaron que hay alimentos “buenos” como frutas, verduras o proteína sin grasa y alimentos
“malos” como azúcar, grasa o harinas blancas. Necesitamos quitarle a los alimentos estas cargas
de buenos y malos, simplemente son más saludables o menos saludables.
Esto, como muchas cosas de la crianza de nuestros hijos, debe de empezar por nosotros.
Nosotros debemos de trabajar con nuestras propias creencias para no pasárselas a nuestros
hijos.
Depende de nosotros que nuestros hijos formen buenos hábitos alimenticios.
**Tips:**
- Poner una hora de comer en familia: procurando que todos coman juntos y sea un
momento de plática
- No usar pantallas: las pantallas nos distraen de nuestras señales del cuerpo de hambre y
saciedad
- Que exista un rutina en la mesa: puede ser el orden de los alimentos, el rezar antes de
empezar a comer o el hacerle preguntas a los demás sobre su día
- No darle una carga positiva o negativa a ningún tipo de alimento: no existen alimentos
buenos o malos
- Explicar los beneficios de los alimentos por colores: los verdes cuidan los huesos, los
morados ayudan a la memoria, los rojos ayudan a tener un corazón fuerte, los naranjas
ayudan a ver mejor y los amarillos ayudan a tener una piel sana
- Que la mesa sea un lugar sin quejas ni críticas: hay que fomentar que la hora de comida
en familia sea agradable y no existan regaños, críticas o quejas
No se te olvide que los hábitos que le enseñes a tu hijo desde chico son los hábitos que se va a
llevar a su vida adulta. Procura que sean hábitos saludables, tanto física como emocionalmente